Vivimos en la era de las aplicaciones para “no amar”. En la era del “like” y el descarte. Pero esto puede cambiar. Está en nosotros no permitir que el amor muera. No hay que ser fatalista tampoco. La gente sigue amando, sí. Pero de a poco se está perdiendo. Cada vez más nos conformamos con recibir y mandar caritas con ojitos de corazón. Basta de ese cliché digital.
Perdió valor. Volvamos a escribir. Pensemos en la persona a quien la estemos hablando.
Dejemos que la mente y el corazón trabajen en conjunto.
Nos acostumbramos tanto a banalizar el amor, que preferimos reírnos de él. Preferimos eso a aceptarlo. ¿Qué nos pasa que nos da vergüenza o miedo amar? Miedo. Es eso. El amor nos da miedo. Porque amar nos vuelve vulnerables. Amar nos hace frágiles. Pero esa fragilidad es la que nos vuelve humanos a la vez. Por eso es tan difícil entendernos. Somos contradictorios.
Muchas veces amamos, pero no lo decimos. Amamos en silencio. Los Beatles decían: “Todo lo que necesitás es amor” (All you need is love). Y es así. De verdad. El amor es la fuerza más grande que mueve al mundo. Que nos mueve. Y no solo el amor hacia una persona. Eso también, sí claro, pero también el amor en general. Enamorarse del trabajo de uno, de una canción, de la biografía de una persona, de una película, de una comida, de una serie, de la vida. No dejemos que el delivery se coma por completo la comida de mamá. Volvamos a amar las pequeñas cosas. Amar la pasta de los domingos en lo de la abuela. Amar que nos sorprendan. Amar perderse en un viaje con amigos. Amar y aceptar que a veces las cosas no salen como uno espera. Porque cuando estás enamorado, la vida te sonríe. Y sí, esto también es un cliché, pero es verdad. El amor despierta dopamina en el cuerpo, la famosa “hormona de la felicidad”. El mismo efecto que te genera una buena noticia. Imaginate vivir en un mundo en donde todo el tiempo sintieras ese efecto. Es posible.
Este deseo de amar la vida, de enriquecerse el corazón y respirar felicidad, fue lo que inspiró a Dr. Selby a lanzar su nueva fragancia Loving Love. Un perfume que celebra el estar vivos todos los días y poder disfrutar de eso. Poder amarlo.